Queridos MichiAmigos,

A través de este link queremos darle un lugar a los gatitos que por una u otra razón no han tenido la suerte de ser rescatados a tiempo y el destino o muchas veces, la maldad humana los ha "marcado para siempre".
Vivimos en una sociedad donde la estética ya es una forma de vida, así vamos dejando de lado valores y pequeñas cosas que se rigen en la sencillez pero que son muy gratificantes y necesarias para la salud de nuestro espíritu.
Sabemos que nadie busca adoptar un gatito de estas características...ellos no entienden de estética ni de imágen, sólo necesitan una oportunidad y sobre todo mucho amor...verán que agradecidos son y lo mucho que tienen para dar.
Queremos que el link de "Adopción de Oro" se llene de adopciones y que mucha gente se vuelva a emocionar tanto o más que con la historia de Fede. Si tu corazón es de oro y crees que podés darle un lugarcito en tu vida a alguno de estos gatitos, no dudes en consultar, gracias!




Cassie, la historia...

Me subieron al auto y salimos como otras veces, estaba inquieta porque no me gusta ir al veterinario, pero ese día noté algo diferente y como los gatos somos muy perceptivos, me dí cuenta de que algo no estaba bien.
De pronto, el auto se detuvo, se abrió la puerta y me bajaron, arrancaron dejandome allí en el medio de la nada. Me abandonaron en el barrio de Almagro.
Pasé varios días a la intemperie buscando mi hogar, aún pensando que se trataba de una equivocación. Me negaba a aceptar que esos meses compartidos donde lo dí todo, no significaron nada, que el amor era sólo una hermosa fantasía.
Mi mente quedaba en blanco y venían a mí aquellas imágenes de tiempos felices cuando era una bebé simpática y juguetona, los niños me llevaban a upa de un lado para el otro, era un juguete más...hoy me doy cuenta de eso, que sólo fui un juguete más y me duele el corazón.
Sufrí frío y hambre, nunca tuve necesidad de romper una bolsa de basura para alimentarme, pero esa buena vida había quedado atrás y la realidad me superaba...me sentía indefensa, sola y triste.
Estaba asustada y me refugiaba en la entrada de los edificios pero me sacaban a escobazos de todos lados, finalmente me escondí debajo de los autos para poder dormir lejos del alcance de los perros y de la maldad del hombre.
Durante el día, seguía a la gente que pasaba por la vereda, iba entre las piernas diciendo "miau miau", para ver si alguien notaba mi presencia y comprendía mi angustia...tenía que volver a confiar en la gente.
Entre tantos miaus miaus, una chica se detuvo, bajó su cabeza y me miró, mi miau fue más finito casi un tono de súplica. Me recosté en la vereda como para demostrarle lo cariñosa que soy, me preguntó qué pasaba pero no pude responderle, era una larga historia, pero mis ojos lo decían todo. Me hizo upa y me llevó con ella.





Gracias a Dios, volví a tener un plato de comida y agua fresca y limpia para tomar. También visité al veterinario, cuánto amé esa visita!!!
Recibí todos los controles y en la consulta observaron que tengo una vieja fractura de fémur que ocasiona una renguera al caminar. A pesar de mi "marquita especial", juego, salto y corro tras mis juguetes sin ningún problema, es sólo estético y sé que eso no es poca cosa para los humanos...confieso que me preocupa mi destino final aunque trato de no pensar en ello y disfrutar el presente.





Sabía que no podía quedarme en lo de Marina para siempre, ya lo había escuchado. Conocí a toda su familia y amigos. En cada reunión, me subía a la falda de todos y les ronroneaba producto de las caricias que recibía. Cuando tocaban el timbre era la primera en estar en la puerta para recibir a las visitas, sean grandes o niños, todos eran bien recibidos!! Escuché comentarios de que parezco un perro...jajaj.
Sé que Marina hizo todo lo que pudo por mí y ahora que mi recuperación había terminado, tenía que partir. Así comenzó la búsqueda de una persona que me aceptara como soy, mimosa, dulce y mansita, pero renguita.
Pasaron los meses...ahora tengo un año y sigo siendo una cachorrona que busca un dueño responsable que me abra las puertas de su corazón para siempre. No podría soportar otro abandono después de haber conocido el calor de un hogar y el frío de las calles...la vida me enseñó que no todos los humanos son iguales. Necesito una Marina, un Pedro, Sandra o como te llames...te necesito a vos que hoy derramás una lágrima por mí, necesito tu corazón, yo te daré el mío.




Contacto: Caro
Centro Michimiau
15 5011 0798

[email protected]





IMPORTANTE: NO OFRECEMOS NINGÚN TIPO DE SERVICIO FUERA DE NUESTRAS INSTALACIONES, TAMPOCO ENVIAMOS ANIMALES A DOMICILIO. CUALQUIER PERSONA QUE INVOQUE AL CENTRO MICHIMIAU Y SE CONTACTE CON OTROS TELÉFONOS O MAILS QUE NO SEAN LOS QUE FIGURAN EN NUESTRO SITIO, LO ESTÁN ESTAFANDO.


Copyright ©2005-2023 Centro Michimiau. All Rights Reserved