Esta es la historia de Fede, una historia de muerte para algunos...una historia de vida y amor para otros, lo que nos enseña es que donde hay vida, hay esperanza




Fede tiene 3 años, siempre había vivido en la calle y era un gato muy asustadizo, nunca se había dejado acariciar, María del Pilar lo alimentaba siempre y lo conocía.
Un día ella presenció cuando lo atropelló un auto, sólo se vió sangre en la parte trasera, pero como no se dejaba agarrar no pudo ser atendido en ese momento. La herida se infectó y su salud comenzó a deteriorarse, cuando finalmente ya no estaba con fuerzas para huir, pudo ser atendido por el veterinario.
Estuvo internado un mes, los bichos habían hecho estragos en la herida y en sus genitales, su cola debió ser amputada, sólo le qued un simpático rabito. Como consecuencia de los daños sufridos, ya no controlaba esfínteres.
Varios profesionales le aconsejaban a María del Pilar el sacrificio de Fede, ya que requería de cuidados especializados y al ritmo en que vivimos hoy, nadie estaría en condiciones de brindárselos. Ella no se resignó, desesperada por el futuro de Fede, pidió ayuda a la Red Solidaria Animal y el pedido de auxilio llegó a mí, no dudé en ponerme en contacto con ella para interiorizarme sobre la salud del minino.
Le ofrecí aceptarlo para hacer mi propia evaluación y poder determinar los pasos a seguir...los días transcurrían y el pronóstico no era bueno, Fede ni siquiera se daba cuenta cuando hacía sus necesidades. En consecuencia, la zona genital estaba constante húmeda y muy irritada, había que hacerle varias curaciones al día para mantener la zona limpia y evitar infecciones...quién lo adoptaría en esas condiciones?? Tampoco podía volver a la calle en ese estado.
Ante esta situación yo misma me planteaba qué hacer...en mi interior se debatía la vida y la muerte, me sentía plenamente responsable de tomar la decisión correcta...María del Pilar lo dejó en mis manos.
Aposté a la vida...publiqué un aviso muy especial explicando todo y solicitando un hogar con patio dónde pudiera estar sin preocuparse por su problema. Empezaron a llover los llamados con adoptantes interesados y muchos solidarizándose con la historia. Así me contactaron Ana y Marcelo, dos ángeles enviados por Dios quién escuchó mi clamor. Recuerdo que me dijeron: "lo queremos adoptar", le vamos a poner pañales de ser necesario! Les dije que era necesario mucho tiempo y paciencia, a lo que me contestaron: "tenemos todo el tiempo del mundo, tenemos toda la paciencia del mundo y sobre todo mucho amor"
Ese mismo día vinieron a buscarlo, les mostré cómo debían hacer las curaciones y se lo llevaron. Los asistí durante diez días yendo a la casa día por medio para ver con sorpresa cómo Fede se recuperaba rapidamente, tan rapidamente que empezaba a recuperar su función!!
Hoy Fede sigue con supervisión, pero al final del largo camino se ve una luz de esperanza...gracias a todos los que hicieron posible este milagro!




En la cama con pañal


Esta es otra historia de amor, la de Tito...
no todo está perdido, no bajemos los brazos 




La historia de Tito es triste y difícil, pero tiene un final muy feliz. Este pobre gatito creció en un hogar donde lo cuidaron, pero no se sabe por que circunstancia, fue abandonado y arrojado a través de las rejas del Hospital Tornú.
Allí lo encontró una señora que quiso acercarse a él y darle de comer, pero el pobrecito estaba tan aterrado que salió corriendo y desapareció.
La búsqueda de Tito duró un tiempo, hasta que un día le avisaron a Mónica (la rescatista de esta historia), que un gato con la patita destrozada estaba escondido en una oficina, y que estaba aterrorizado. Resultó ser Tito, que al escapar del Tornú, fue atropellado por un auto que le destrozó la patita delantera.
De inmediato Mónica se movilizó hasta la veterinaria, donde los profesionales, ni bien vieron la gravedad en la que se encontraba el gatito, decidieron amputarle la pata, y en la revisación pudieron notar que era un macho castrado, lo que quiere decir que Tito antes de que lo arrojaran, vivía en un hogar.
Luego de la amputación ,Tito estuvo diez días internado en la clínica.





Luego de su internación, Mónica se lo llevó a su casa hasta que encontrara a una persona con mucho amor y paciencia, que pudiera adoptar a Tito, que estuviera dispuesta a ayudarlo, y sobre todo, que pudiera brindarle todo el cariño y los mimos que él necesitaba, después de haber sufrido tanto.
Mónica se puso en campaña para la adopción, y así se contactó rápidamente con el Centro Michimiau, dónde le brindaron un espacio especial para la adopción.
Los adoptantes, Eliana y Gabriel, no tardaron en ver a Tito en la página,se conmovieron y decidieron adoptarlo sin ninguna duda. Le dejaron el nombre que Mónica le puso, en honor a ella, por haberse hecho cargo de él tan amorosamente y haberles hecho llegar la posibilidad de tenerlo. Sintieron que era la oportunidad de deshacer el daño que a veces la maldad humana les causa a los animalitos.
Al principio la adaptación fue bastante difícil, ya que Tito había sufrido mucho, además se encontraba en un ambiente nuevo para él, con una familia nueva, y tuvo que conocer a sus nuevos hermanos: Bertha y Sigfrido, quienes tardaron unos días en aflojar y aceptar al nuevo integrante de la casa.
Días después le presentaron a Betún, el perro, y ambos reaccionaron muy bien.
Hoy en día Tito se encuentra en perfectas condiciones, con su nueva familia que momento a momento le brinda el amor ininterrumpido que no tuvo durante mucho tiempo, y se va adaptando a no tener su patita.
Trepa por todos lados y camina muy bien, actúa como si aun la tuviese. Es muy mimoso y demostrativo, se sube a upa, duerme en la cama como uno más y en el sillón con sus nuevos hermanitos, pide que le abran la canilla para tomar agua cuando tiene sed, y se va adaptando cada vez más y mejor.
Esta es otra de las historias de las adopciones especiales que tenemos para contar en Michimiau, que sirven como ejemplo de que todavía hay personas con mucha sensibilidad y amor para dar, y que están dispuestas a poder ayudar a animalitos que realmente lo necesitan, con mucha paciencia y dedicación. Nos demuestran que es posible la adaptación de un gatito que haya pasado las peores cosas, incluyendo abandonos y accidentes, y que muchas veces, las historias como la de Tito, pueden tener un final feliz.




La historia de Grilli

Grilli fue abandonado en el hospital Tornú, como muchos otros y la Dra. Carmen Dabramo enseguida nos puso en alerta. Era de una casa por lo mansito, y como todos los adultos que abandonan, al principio están aterrorizados y tratan de esconderse. Grilli se escondió en un túnel, y se lastimó una manito.
Cuando lo encontramos estaba terriblemente dolorido, con la patita llena de gusanos, cuatro veces más de su tamaño normal y de color violeta, el pobre expresaba su dolor mirandonos desesperadamente y quejandose.
Lo llevamos inmediatamente al Hospital Veterinario de la Facultad y allí lo anestesiaron y limpiaron la herida de gusanos y tejidos ya destruídos por la infección. Al día siguiente hicimos lo mismo porque todavía habían algunos y continuamos el tratamiento con antibióticos.
Lo tuvimos en el hospital en un lugar seguro (sólo nos autorizaban por poco tiempo), lo estabamos curando, el veterinario nos dijo que no iba a perder su manito pero debido a la destrucción de los tejidos no iba a poder apoyarla.
Por lo tanto no podía volver al parque, porque al estar discapacitado, no iba a poder correr para defenderse de los perros, autos y de algunos humanos que corren y lastiman a los gatos.





Gracias a Dios, la ayuda llegó de la mano de Cristina, un corazón solidario dispuesto a brindar un hogar a este gatito que tanto sufrió. Ni bien leyó su historia, no lo dudó un instante y se contactó inmediatamente con nuestro Centro.
Hoy Grilli goza de todo el amor de Cristina y del resto de sus mascotas que felizmente, conviven todos en armonía. Gracias por ser especial, gracias por ser...corazón de oro!!!!!!!!!!!! 24/02/2007




Cristina Corazón de Oro!!!


Anita...otra historia de amor!!

Anita llegó al Centro porque sufrió una historia de abandono, vivía en un hogar junto a su dueña y a otros dos gatos más. Todo era felicidad a pesar de ser totalmente blanca, sorda y con un problema neurógico.
Lamentablemente su dueña murió y unos vecinos que sabían de los gatos de la señora, vieron a los tres animales en la calle. Los hijos de la mujer fallecida, fueron pronto por los bienes materiales, olvidandose de que esos animales eran de su madre y que también formaban parte de sus bienes, los sentimentales claro.
Así fue como Juan Manuel y su señora, recogieron a los tres gatos y les brindaron su hogar de forma transitoria.
Un día, en Parque Centenario y tratando de dar en adopción a los tres gatos adultos, se cruzaron con un ángel que les recomendó el Centro Michimiau.
De inmediato se pusieron en contacto y así fue como Anita y los otros gatitos ingresaron al Centro para su control veterinario y posterior adopción y control veterinario.





Algunas palabras de Liliana Ramirez:

"Viendo la página del centro me dieron ganas de hacer algo por algún gatito necesitado, ya que los que yo tengo por suerte están bien y sanitos.
Estaba en la duda, la vi a Anita, con sus problemas neurológicos y de audición, yo pensé que en mi casa iban a atacarla, o ella iba a tener miedo. Pero fue una sorpresa, el primer día estaba bastante asustada, obviamente, pero en un par de días mejoró y se puso a oler y mirar todo, no les tuvo miedo a los demás, al contrario los seguía y les daba besitos, y también a los dos perritos, no tiene miedo de nada!!!
Su problema neurológico se redujo, sólo a veces mueve un poco la cabeza para los costados, pero nada más, y aunque no oye, no se asusta de nosotros (porque al no oir antes se sorprendía cuando se acercaba una persona), igual parece que un poquito podría recuperar, si el perro ladra o se cae algo ruidoso al piso levanta la cabeza". 02/06/2007




Anita con Fer y bostezando!!


Cangú...una mirada con el corazón 

Aparecí en el barrio de Coghlan una mañana, una señora con mucho cariño y pena al verme tan indefenso me alimentó...la verdad es que estaba bastante flaquito, me gustó el lugar y decidí quedarme, mi hogar fue la vereda.




Por las noches dormía debajo de un auto por miedo a que aparezca un perro hambriento y me sorprendiera dormido....tuve que estar siempre a la defensiva, también del ser humano.
Preocupada por mi estado, la señora, me llevó al doctor, fue ahí donde nos enteramos que era lo que me pasaba, pero que podía llevar una vida normal, por supuesto con algunas limitaciones.




Ahora en el barrio me dicen Cangurito porque una malformación en mis patitas delanteras me da un ritmo de marcha diferente y hace que al sentarme me parezca a un canguro, no se por que me abandonaron en la calle...por ser diferente?
La señora me recogió y me llevó a su casa de forma transitoria, pensando que podría conseguir una persona que pudiera tenerme definitivamte.
Lamentablemente, el tiempo transcurrió, y por fuerza mayor tuve que regresar a la calle otra vez...era un ambiente conocido para mí, pero no el ideal.
Andrea, la señora, estaba muy preocupada por mi futuro, pero no le encontraba salida a la situación, ya me había ofrecido en adpción a todo el mundo y nadie me quería.
Alguien le recomendó el Centro Michimiau, como una posibilidad real de adopción y se hizo la luz!. Ahí intervino María, quien auspició de madrina, y no sólo se hizo cargo de toda mi estadía en el Centro, sino que hasta me iba a visitar constantemente y estuvo al tanto de todos los inconvenientes de salud por los que tuve que pasar hasta mi total recuperación.




Fuí muy dulce y "seduje" a cada una de las chicas del Centro Michimiau y en especial a Silvia, quien no tardó en encariñarse conmigo y rascaba mi pancita cada vez qu me veía...yo, feliz!!
Así ella comenzó a ofrecerme a los adoptantes, pero Silvia me miraba con el corazón y me veía hermoso, pero no todos me veían igual. Algunos contestaban: "Ay...me da impresión"
Un sábado a la tarde, luego de las charlas que dicta la veterinaria, una de las asistentes, comenzó a observarme también con el corazón, cosa que los gatos podemos percibir.
Se acercó y le preguntó a Silvia por mí, Silvia enseguida dijo: "Es divino", y comenzó a rascarme la pancita como lo hacía siempre. Yo no dudé ni un instante en hacer todas las monerías juntas, sabía que esa era la oportunidad que había estado esperando por tanto tiempo. Silvana dijo, "me gusta, me lo llevo". Sentí una enorme alegría y allí me fuí junto a mi dueña y a mi hogar definitivo!!!
Me adapté muy bien a los otros gatos de Silvana y a la perra también, no quise ocasionar problemas y echarlo todo a perder ni defraudar a todos los que confiaron en mí.
Bueno....ésta es mi historia, con un final feliz gracias a Dios, y con la enorme dicha de haberme cruzado con gente de verdad...gracias!!. 09/06/2007



En mi nuevo hogar...feliz!!!


Pampita...una lección de vida y amor!!

La historia de Pampita es muy triste y nos muestra una vez más la maldad del ser humano.
A Pampita, junto a dos gatas mas, la abandonaron dentro de una casa que se vendió. Después su dueña viajó a Italia, dejando a la deriva y a la espera de su regreso sin entender nada de lo que pasaba, a sus tres gatas.
Ante la falta de alimento, Pampita empezó a rondar las calles y Mariela la veía cruzar las calles y vagar por las noches, pero era muy arisca.
Una noche de tormenta una vecina le tocó el timbre a Mariela y le cuenta que vió, una persona (si es que se la puede llamar así), revolear de la cola a Pampita. Mariela salió corriendo desesperada y la encontró en una zanja con todo un ojito ensangrentado. La llevó directamente a una veterinaria. Sabía que Pampita tenía ganas de vivir y muchas!





Pasó mucho tiempo para que Pampita volviera a confiar en los humanos y aprender que hay quienes saben tratar a los animales. Pero al final se recuperó, ahora es una dulzura entregada a las caricias y a los mimos. Debido al golpe que tuvo en el ojito, no puede ver bien a través de él. Se buscaba una persona que abriera su casa y su corazón a Pampita y la ayudara a confiar por completo en los humanos otra vez.
Marcela, quien hace unos años atrás había adoptado una gata adulta del Centro Michimiau, se interesó por la historia de Pampita porque su gata, Sofía, venía de una historia de maltrato también. Sofía perdió su compañerita, una perrita, y Marcela le buscaba una nueva compañera.
Las primeras horas de Pampita en su nueva casa fueron tumultuosas, se escondió debajo de la cama asustada. Ya después se fue adaptando a su nuevo hogar y a su hermanita, que la trata con todo el cariño y respeto: comen del mismo comedero, y para facilitarle las cosas a Pampita, Sofía saca la comida y come afuera del comedero. Hasta comparten la cama!
Pampita tiene la protección total de la abuela de Marcela, que la consiente en todo y le dice Chiquita, Pampita, ahora Pampa, Pampi, se va acostumbrando a su nueva vida, aprende las nuevas rutinas y espacios. Todavía le quedaron algunas secuelas del maltrato: tiene la perdida total de la visión de un ojito y parece que no ve muy bien del otro y tiene mucho miedo de entrar al baño. Pero tiene a su hermanita y a su mamá que le regalan amor y comprensión todos los días y la ayudan a confiar y a dejarse querer. Esta es otra historia de oro!!


Algunas palabras de su rescatista, Mariela Blanco:

"Pampi te voy extrañar, sos y vas a ser siempre una dulce princesa llena de cariño y amor acumulado, del que me dejaste a mi y que ahora le vas a entregar a tu nueva mamá, Marcela.
Vos sos el ejemplo perfecto de que en los animales no existe ni el rencor ni la maldad, porque después de tanto dolor causado por los humanos, me diste a mí y a tu mamá Marcela, esa oportunidad de demostrarte que no todas las manos humanas lastiman, algunas dan caricias, mimos...y mucho amor!!!
Y a vos Silvia de Michimiau, te digo una vez mas...GRACIAS"!!!. 18/06/2007



Greta, las ganas de vivir pudieron más!!

Las protagonistas de esta historia fueron Flavia y Marina, dos proteccionistas que dan todo por rescatar a los que más nos necesitan.
La encontraron tirada en el barro, toda mojada y helada, pensaron que estaba muerta, pero cuando se dieron cuenta de que respiraba, de urgencia la llevaron a la Protectora Sarmiento donde el Dr Esteban la atendió.
Le faltaba un pedazo de una de las patitas y por la forma en que la tenía, fue arrancada y no hubo manera de salvarle la parte que le quedaba porque tenía infección y hubo que amputársela.




La operaron y Flavia la cuidó hasta su total recuperación, caminaba con sus tres patitas sin ningún problema....siempre agradeciendo con amor todo lo que pudimos hacer por ella.
Ahora, Greta necesitaba un hogar definitivo, es así que recurrimos al Centro Michimiau para lograr el objetivo y encontrar a ese ser especial que la gatita necesitaba.
Así fue que Liliana se contactó en busca de darle una oportunidad a algún gatito especial y le hablamos de Greta...enseguida dijo, "la quiero" y fue a buscarla al Centro Michimiau.




Palabras de Liliana con noticias de Greta:

"Soy Liliana, la feliz mamá de Greta, la gatita gris que le falta la patita trasera.
No saben lo cambiada que está desde que llegó a casa!!! Es una sinverguenza, ya es amiga de mis gatos y como les había dicho, inseparable y compinche con mi gata más chica Tila. Juegan todo el tiempo y duermen juntas en mi cama. Ya no les tiene miedo a los perros y se va acercando a ellos, mis perros juegan y miman a los gatos de la casa.
Se ama con mi hija y por supuesto conmigo. No obstante, adoptó por ahora como bunker mi dormitorio, seguro que es porque yo la traje y hasta ahora duerme abrazada conmigo todas las noches y cuando tiene calor me abandona y se va al lado de Tila.




El sábado y domingo, recién llegada, fue todo muy gracioso, porque con mi hija pensábamos que teníamos que cuidarla de todos sus hermanos y fue todo lo contrario, tuvimos que cuidar a los que viven en casa de los ataques de la señorita, que sabe muy bien defenderse.
Ahora estamos todos bien, en armonía y felices de tener esa bebota hermosa, dulce y mimosa.
Adopté a Greta porque sufro mucho cuando encuentro tantos animales abandonados y sobre todo cuando llega el invierno me desespero, porque hace tanto frío y me pongo a pensar si estarán bajo reparo, si tendrán un abrigo, una caja para dormir, si habrán comido, si tienen agua fresca...todo eso me rompe el corazón y de pensar que alguno de esos animalitos tienen alguna discapacidad o están lastimaditos me desespera, siempre van a abusar de ellos por ser distintos, los van hacer a un lado, a muchos les cuesta conseguirse su comida o buscarse un reparo y no encontrás en cualquier lado personas que curen sus heridas o sacien su hambre o frío. Saben por qué?? Porque este mundo es el de las cosas perfectas, es muy raro que alguien se lleve algo con falla, para que si puedo llevar algo bueno y encima poder lucirlo o que me lo halaguen y ese es el mayor error, porque los animalitos con distintas discapacidades son tan llenos de todo como los que están sanitos, ellos no tienen la culpa de lo que les pasa, ellos no entienden de discriminaciones, es por ello que te aman y te son fieles en forma indiscriminada.




Gracias a Michimiau, a Silvia y a toda la gente que trabaja ahí, también a Marina que me trajo a mi Greta, no tengo palabras para agradecer a todo el plantel de Michimiau por el trabajo que hacen, la higiene, la atención médica, la contención a los animalitos, todo...son magníficas y adorables. Las quiero mucho y conocerlas es lo mejor que me pudo pasar.
Gracias por todo". Liliana



Gracias por mirar con los ojos del corazón!!!!

Conocimos a Topito en la calle, se juntaba en un baldío donde le daban de comer junto a otros gatitos. Él no estaba adaptado al grupo, tal es así que venía de otra dirección, era evidente que no pertenecía a esa comunidad.
Mientras que los gatos del grupo eran muy huidizos, producto de haber nacido en la calle, Topito se mostraba muy amigable, tan amigable que en vez de comer cuando llegaba la hora, se ponía pancita arriba para recibir mimos y no hacía otra cosa que pedir amor...no había dudas de que Topito había sido abandonado en aquel lugar y era obvia la razón, tenía uno de sus ojitos defectuosos producto de una infección ocular no tratada a tiempo.
Por su caracter, consideramos que era un gatito muy expuesto a los peligros de la calle y nos propusimos encontrarle hogar.
Lo castramos, le curamos algunas lesiones de piel que tenía producto de riñas y de alergia a las pulgas, lo alimentamos con lo mejor y sobre todo, recibió mucho amor mientras esperaba un adoptante que le devolviera la felicidad pasada alguna vez.




Estuvo unos 20 días en Michimiau y al cuidado de nuestros profesionales, hasta que alguien preguntó por la adopción de uno de los gatitos especiales y fue así que le hablamos de Topito.
Saltábamos de alegría al saber que la persona quería adoptarlo sin importarle su condición. Es así como coordinamos y Topito fue adoptado el día 4 de Mayo.
Al principio todo era amor y maravilloso, aunque notamos el rechazo por parte de la pareja de la adoptante quien hizo lo posible hasta lograr la devolución del gatito un mes después de la adopción...lamentablemente, Topito volvía a ser desechado.
Por qué un gato tan dulce y bueno debía pasar por estas situaciones?? Será porque un humano no se ocupó de curarle su ojito a tiempo y hoy sufría el rechazo de otros?? Habrá un humano que haga valer su condición de tal??
Topito estuvo de forma transitoria en la casa de Adriana, una de nuestras colaboradoras cuyo apodo es "La Dra Amor", por qué sería???. Como su apodo lo indica, puso todo de sí para hacer lo que ella mejor sabe hacer, estimular con amor a los gatitos que vienen deprimidos por el maltrato.
Gracias a Dios, hay seres humanos distintos, que más allá de la estética, saben que lo que hay ahí es un animalito que sufre y siente como cualquier ser vivo...que no comprende en que consiste la discriminación. Sólo siente que lo rechazan cuando lo único que hace es dar amor. Cuánta inocencia, cuánta pureza!.
Así fue que Eliana se comunicó con nosotros diciendo "quiero adoptar a Topito, no lo voy a devolver". Esa convicción demostró don de gente, lo habitual es "lo voy a adoptar, si se no se adapta lo devuelvo", como si se tratara de un paquete.
Llegó el gran día, muchos mails y mensajes de apoyo, mucha gente seguía la historia de Topito con gran espectativa.
Y como el gato es tan perceptivo, captó enseguida el amor y buena onda de Eliana y su marido. Se adaptó en tiempo record a la casa y a su nueva compañera felina Michelle...gracias Eliana Rodriguez!. 19/06/2009



Plutón, una historia triste con final feliz!!

Lo arrancaron de al lado de su mamá cuando era muy chiquito y lo abandonaron en la calle junto a sus dos hermanitos. La hermanita tuvo un triste final: un perro la atacó y murió. El otro hermanito fue adoptado inmediatamente y Plutón se quedó solito en la calle, muy asustado y hambriento.
Muerto de miedo se escondió en un depósito. Para su desgracia, allí había una máquina de cortar fiambre donde se quedó atascado sin poder moverse y se quebró una patita. Estaba herido, desesperado y necesitado de que alguien lo encontrara y lo salvara. Estaba a punto de rendirse cuando Elizabeth lo encontró, escuchó sus maullidos desgarradores por el dolor de su patita. Ella vió sus ganas de vivir, lo acarició, lo cargó en sus brazos y lo llevó al veterinario. Después de sus tratamiento, le quedó un leve rengueo que no le impide trepar y hacer una vida normal.




Elizabeth es una ídola, le dió todo lo que necesitaba: alimento, cuidados veterinarios y mucho amor, pero no podía quedarse con él de forma definitiva. Es así como recurrió a nuestra institución en busca de ayuda para poder encontrar ese hogar que nunca le debió faltar, un hogar definitivo esperando poder cambiar su destino para siempre, donde pudiera conocer el amor de una familia que lo malcríe mucho y darle todo su amor y agradecimiento.





Así ocurrió el milagro, Liliana, quien un año atrás había adoptado una gatita en Michimiau, se contactó interesándose en la historia de Plutón. Fue con su marido a conocerlo y se enamoraron de él a primera vista.




Elizabeth despidiéndose de Plutón

Pocos días después de su adopción, Liliana nos escribía contándonos que el bebé Plutón (rebautizado por su hija como Dylan), entró en su casa creyéndose el Rey León y se quiso comer a Winona y a Kaira (sus otras gatas). Estaba tan agrandado que se encontró con él mismo frente al espejo y se atacó!! El chiquitín se adueñó del living, corre por todas partes, sube al sofá, juega con todo lo que encuentra, es curioso y un explorador intrépido que no le teme a nada.
Dylan (antes Plutón), un gatito que demostró tener desde pequeñito el coraje para sobrellevar tanto sufrimiento, es un héroe de cuatro patitas que supo vencer todas las adversidades y afrontó el desafío de querer seguir viviendo. Su sueño se hizo realidad y logró lo que tanto deseaba: el amor de una familia..esa fue su mayor conquista. Este tigrecito en miniatura llegó adonde él necesitaba: al corazón de la familia que hoy es su tesoro más importante.